El viaje del ADN
¿Para qué te sirve?
¿Te atreverías a preguntarte quién eres en realidad? ¿Qué trocitos de tus antepasados hacen que seas tú?
Las preguntas que disparan este experimento nos recuerdan que pertenecemos a todos los lugares y a ninguno en particular, que somos ciudadanos del mundo, trocitos de aquí y de allá. El experimento nos muestra que el origen de una persona no solo viene determinado por un país en concreto, sino que somos ciudadanos del mundo.
El vídeo es también una invitación a abrir nuestra mente, a liberarla de estereotipos y prejuicios. Viajar es una de las experiencias que ayudan a romper barreras, a ver las cosas que nos unen, más que las que nos separan y, por otro lado, a apreciar las pequeñas diferencias que componen la diversidad.
«El único verdadero viaje de descubrimiento consiste no en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos”, de Marcel Proust.
Reflexiona y actúa
¿Qué te sugiere el vídeo? ¿Qué has pensado cuando escuchabas a los protagonistas? ¿Qué les hace sorprenderse tanto? ¿Qué crees que se llevan los protagonistas del experimento? ¿Cuál es su aprendizaje?
Si hubieras sido protagonista de ese vídeo, ¿qué hubiera pasado? ¿Cómo crees que hubieras contestado a las preguntas? Y si pudieras elegir, ¿qué trocitos formarían parte de tu ADN? ¿Cuál te gustaría que fuera el viaje de tu ADN? ¿Qué nos aporta tener «trocitos» de nosotros de diferentes partes del mundo? ¿De qué trocitos te gustaría estar hecho? ¿Por qué? ¿Qué nos aportan las diferencias culturales?
«Tienes más en común con el mundo de lo que crees», ¿qué te dice esta frase? Y cuando viajas, ¿eres consciente de que tus trocitos podrían estar en algún lugar de allí?
Amplía información
Recomendamos dos charlas TED:
- Rebecca Saxe, sobre cómo el cerebro realiza juicios morales.
- Pico Iyer: ¿Dónde está el hogar?
También este post de @mntemaravillosa: «Viajar es mucho más que hacer turismo«.
Por último, os recordamos este vídeo en @Estimulando: “El cliché«.
Imagen por Stuart Caie
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