Estos niños guiados por su propio instinto e imaginación se inventan una curiosa máquina expendedora de manzanas. Así mientras juegan no sólo se divierten, sino que estimulan y trabajan su creatividad, imaginación y resolución de problemas.

 

El juego es una poderosa herramienta de desarrollo y aprendizaje que sirve no sólo para poner en práctica muchas habilidades, sino también para aportarnos felicidad. Desde la perspectiva de adultos, muchas veces asociamos lo lúdico a una pérdida de tiempo, sin darnos cuenta de que es uno de los momentos más adecuados para que el niño aprenda y desarrolle su inteligencia. Máxime cuando dejamos que experimente con juegos abiertos en los que pueda probar, fallar y volver a intentarlo. Sin dirigirlos hacia la solución correcta, ni intentar controlar su juego estaremos contribuyendo a que desarrollen habilidades como la resiliencia, la tenacidad, la tolerancia a la frustración o la confianza en sí mismos. Tal y como le sucede al protagonista que llega a una solución creativa sin necesidad de que ningún adulto le enseñe.

 

Otra lectura que nos ha gustado es la relativa a cómo debemos estar atentos a las oportunidades que se nos presentan en la vida, ya que muchas veces por miedo a lo desconocido o a arriesgar más de la cuenta, las dejamos pasar.

 

 

Reflexiona y actúa

Como padre, madre ¿qué te ha inspirado el vídeo y la forma de jugar del protagonista? ¿Qué has aprendido de él? ¿A qué juegos juegan tus hijos? ¿Qué habilidades desarrollan con ellos? ¿Qué tipo de juegos creen que sirven más para estimular la creatividad, la resiliencia y la resolución de problemas en la infancia? Después de ver el vídeo, ¿qué harás diferente con el juego de tus hijos? ¿Cómo te gustaría acompañarles en sus momentos de juego a partir de ahora?